Cuando hablamos de aprendizaje, lo primero que imaginamos es una persona estudiando con un libro abierto en la mesa, o reteniendo información de una clase que va a intentar memorizar para un examen. Aunque se puede dar esta situación, la verdad es que se trata solamente de un tipo de aprendizaje. Y es que, a lo largo de los años, se han ido describiendo otros tipos de aprendizaje que también vale la pena conocer. En total, los expertos en educación y psicología abordan 13 tipos de aprendizaje.
En el post de hoy, vamos a ahondar en el aprendizaje emocional, uno de los más importantes para mejorar la capacidad de tu alumnado para interactuar con otras personas de forma saludable y satisfactoria. Sigue leyendo para ver qué es el aprendizaje emocional, conocer los beneficios del aprendizaje emocional en la educación, y saber cómo desarrollar el aprendizaje emocional en clase.
¿Qué es el aprendizaje emocional?
A grandes rasgos, el aprendizaje emocional es el proceso a través del cual las personas adquieren y mejoran habilidades para reconocer y gestionar sus propias emociones, así como para reconocer y responder adecuadamente a las emociones de los demás.
Se trata de un tipo de aprendizaje esencial para el desarrollo personal y social, generando un bienestar en uno mismo y en las relaciones con los demás. Cada vez se le otorga más importancia al aprendizaje emocional, no solamente en la sociedad en general, sino también en el ámbito educativo. El desarrollo del aprendizaje emocional en los estudiantes les ayudará a enfrentar los desafíos de la vida de forma más efectiva. Además, desarrollarán relaciones más satisfactorias con los demás, sea dentro o fuera del aula.
En definitiva, saber reconocer y trabajar nuestras emociones es un paso muy importante para interactuar de forma sana con los demás. Y, concretamente, la escuela es un espacio donde podemos desarrollar este tipo de aprendizaje.
¿Qué beneficios tiene el aprendizaje emocional en la educación?
El aprendizaje emocional aporta numerosos beneficios en la educación, que vamos a conocer a continuación:
- Reducción de los conflictos. Los estudiantes que trabajan el aprendizaje emocional tienen más capacidad para reconocer y expresar sus emociones. Esto ayuda a resolver conflictos y evitar que se hagan más graves, ya que se tienen en cuenta las emociones personales y las de los demás. Gracias a la reducción de los conflictos, se mejora la convivencia y el ambiente escolar.
- Mejora del rendimiento académico. El hecho de que los estudiantes sean plenamente conscientes de sus emociones puede ayudar a mejorar su concentración para estudiar. Esto ayuda a su vez a mejorar el rendimiento académico.
- Desarrollo de relaciones saludables. El hecho de ser capaces de reconocer y responder adecuadamente a las emociones de los demás ayuda a tus estudiantes a establecer relaciones significativas. Esto puede ayudar a su bienestar personal y a su autoestima, ya que mejora su sentimiento de pertenencia a un grupo. Este aspecto es muy importante en edades tempranas y en adolescentes, ya que supone construir relaciones fuera del núcleo familiar, que irán tomando forma a lo largo de la vida.
- Mayor empatía. Muy parecido al punto anterior, la capacidad de tu alumnado de escuchar y observar a los demás ayuda a reconocer las emociones de sus compañeros. Esto permite desarrollar su empatía y construir relaciones más genuinas.
- Mayor resiliencia. La resiliencia es la capacidad de adaptación a una situación, y la consecuente superación de esta situación. Conocer las propias emociones y saber gestionarlas ayuda a tu alumnado a ser más resilientes en el aula y fuera del aula. En un mundo cambiante como el actual, la resiliencia es esencial para adaptarse a situaciones nuevas y cambiantes.
- Mayor autoconocimiento y mayor autoestima. La comprensión de las propias emociones es una vía de autoconocimiento de uno mismo. Tus estudiantes pueden comprender cómo afectan sus emociones a su comportamiento, mejorando así el conocimiento de ellos mismos y aumentando su autoestima.
¿Cómo desarrollar el aprendizaje emocional en clase?
Ahora que sabemos lo importante que es el aprendizaje emocional y qué beneficios aporta en el entorno educativo, veamos algunas sugerencias de cómo se puede trabajar el aprendizaje emocional en clase. ¡Toma nota!
- Diario de emociones: se trata de una actividad de escritura que busca que tus estudiantes reflexionen acerca de sus propias emociones. Anima a tus estudiantes a escribir un diario con una frecuencia determinada (diaria, semanal…). En él, tendrán que describir las emociones que han sentido durante el periodo de tiempo determinado, y explicar cómo las han gestionado, sean positivas o negativas. Esto les ayudará a reconocer emociones y a mejorar la forma en que las gestionan.
- Juegos de rol emocionales: tus estudiantes deberán asumir un rol concreto (basado en unas emociones), y tendrán que establecer diálogos entre ellos, en base al rol y emoción que deseen expresar. Esto ayudará a tus estudiantes a reconocer emociones, a expresarlas, y a entender a los demás. Además, para esta actividad puedes animar a tus alumnos a autoevaluarse y a coevaluarse, algo que puedes hacer con las rúbricas en Additio.
- Reconocimiento de emociones en cine, televisión e internet: se trata de una forma de desarrollar el aprendizaje emocional en clase, a la vez que se potencia el conocimiento digital de tus alumnos. En este caso, puedes pedir a tus estudiantes que busquen escenas concretas de sus películas o series favoritas (o incluso publicaciones de redes sociales o vídeos de Youtube) en las que se ponga de manifiesto una emoción concreta. Una vez lo tengan, en clase tendrán que explicar de qué emoción se trata, cómo la han reconocido, y cómo se puede gestionar, sea positiva o negativa.
- Actividades de resolución de problemas: puedes presentar a tu alumnado varias situaciones en las que se puedan poner de manifiesto varias emociones. Se puede establecer un debate en clase acerca de qué emociones se pueden entrever en los problemas, cómo aplicar las emociones para resolver los problemas, etc. Se trata de profundizar en muchos tipos de emociones y ver en qué ayudan o en qué perjudican a la resolución de problemas.
Recuerda que, sea la actividad que sea, tienes que adaptarla al nivel de tu clase, y buscar formas de que sean entretenidas para tus estudiantes. Además, puedes apoyarte en herramientas como el planificador de clases, para incorporar estas actividades en la programación de tus clases.
¡Aplícalo en tu aula!
El aprendizaje emocional es algo que se trabaja día a día, pero las actividades que hemos visto te ayudarán a trabajarlo en el aula.
¿Crees que nos hemos dejado alguna actividad esencial para trabajar el aprendizaje emocional en clase? Cuéntanoslo en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
¡Hasta la próxima!