En nuestro blog hemos hablado en varias ocasiones sobre diferentes estrategias de aprendizaje: desde el aprendizaje basado en proyectos hasta el aprendizaje receptivo. Hoy queremos abordar un tema que genera bastante debate: el aprendizaje memorístico. En un mundo donde la creatividad y el pensamiento crítico son cada vez más valorados, ¿todavía tiene sentido memorizar información? Te lo contamos en este post ⬇️
Y si lo tuyo son las metodologías innovadoras, no te pierdas este post en el que estuvimos viendo cómo el aprendizaje personalizado o el aprendizaje basado en retos serán tendencia este año.
¿En qué consiste?
El aprendizaje memorístico es aquel en el que los estudiantes retienen información mediante la repetición y la memorización de datos, sin necesidad de comprender a fondo su significado en un primer momento.
Este método ha sido la base de la educación tradicional durante siglos y se ha aplicado en diversas asignaturas. Por ejemplo:
- En matemáticas, los estudiantes memorizan las tablas de multiplicar para resolver cálculos con rapidez.
- En lengua, se aprenden las reglas ortográficas y gramaticales de memoria para mejorar la escritura.
- En ciencias, se memorizan los elementos de la tabla periódica para facilitar su uso en problemas químicos.
- Y en historia, se recuerdan fechas y acontecimientos clave para comprender el desarrollo de las civilizaciones.
A pesar de su utilidad en ciertas áreas, el aprendizaje memorístico ha sido objeto de críticas en los últimos años. Se le ha acusado de fomentar una enseñanza mecánica y de priorizar la acumulación de datos por encima de la comprensión profunda y la capacidad de aplicación del conocimiento. Sin embargo, sigue siendo un recurso válido cuando se combina con estrategias que favorezcan la comprensión y el pensamiento crítico. Esto es lo que exploraremos en los siguientes apartados.
Beneficios del aprendizaje memorístico
A pesar de las críticas que ha estado recibiendo en los últimos años, el aprendizaje memorístico aporta beneficios clave que cabe tener en cuenta:
- Base de conocimientos: Memorizar datos fundamentales permite a los estudiantes tener una base sólida sobre la que construir nuevos aprendizajes. Por ejemplo, conocer de memoria las fórmulas matemáticas facilita su aplicación en la resolución de problemas más complejos. Seguro que si te preguntamos por la fórmula de las ecuaciones de segundo grado, sabrías recitarla de memoria a pesar de los años que hace que diste este temario en el instituto 😉
- Automatización de procesos: En disciplinas como las matemáticas o la gramática, recordar reglas y patrones agiliza la resolución de problemas. Por ejemplo, en un examen de lengua, recordar las reglas de acentuación ahorra tiempo y reduce errores.
- Agilidad mental: La memoria bien ejercitada contribuye a mejorar la velocidad de procesamiento de la información. Esto es clave en situaciones como los debates o exposiciones orales, donde acceder rápidamente a datos relevantes puede marcar la diferencia.
Más allá de los beneficios y críticas que tiene el aprendizaje memorístico, a nivel social se está perdiendo la capacidad de memorizar. Si antes uno tenía que recordar números de teléfonos, calles y cumpleaños, ahora las nuevas generaciones disponen de tecnologías y herramientas digitales que procesan esta información por ellos. Esto disminuye su capacidad para aprender contenidos memorizándolos (Litvin, R. De regreso al aprendizaje memorístico).
Críticas al aprendizaje memorístico
A pesar de sus beneficios, este enfoque también tiene sus limitaciones y ha sido ampliamente cuestionado en los últimos años, especialmente con la aparición de metodologías activas que priorizan la comprensión y la aplicación del conocimiento. Algunas de las principales críticas incluyen:
- Falta de comprensión profunda: Memorizar sin entender el significado puede llevar a un aprendizaje superficial y a la pérdida rápida de la información. Por ejemplo, un estudiante que memoriza hechos históricos sin comprenderlos puede no ser capaz de relacionar hechos históricos entre ellos, o entender causalidades.
- Dificultad para aplicar conocimientos: Si los estudiantes solo memorizan datos sin relacionarlos con otros conceptos, pueden tener problemas para transferir lo aprendido a contextos nuevos. Esto se observa, por ejemplo, en el aprendizaje de idiomas, donde memorizar listas de vocabulario sin contextualización no garantiza una comunicación efectiva. Por ello será más interesante aprender a aplicar este vocabulario en contextos reales, que permitan la total interiorización de su significado.
- Desmotivación y estrés: Un aprendizaje basado exclusivamente en la memorización puede resultar monótono y poco motivador, lo que lleva a la desmotivación de los estudiantes. Además, la presión por recordar información exacta en exámenes o pruebas orales puede generar ansiedad y afectar el rendimiento académico.
- Desajuste con las habilidades del siglo XXI: Actualmente, se valora más la capacidad de analizar, sintetizar y aplicar el conocimiento en diferentes situaciones que simplemente recordar datos. En este sentido, la educación moderna busca equilibrar la memoria con la creatividad y el pensamiento crítico.
A pesar de estas críticas, el aprendizaje memorístico sigue teniendo su lugar cuando se combina con estrategias que fomenten la comprensión y la aplicación del conocimiento en la práctica educativa.
Entonces, ¿todavía sirve el aprendizaje memorístico?
La respuesta es sí, pero con matices. El aprendizaje memorístico sigue siendo una herramienta útil, siempre que se combine con otras estrategias que fomenten la comprensión y la aplicación del conocimiento. No se trata de elegir entre memorizar o comprender, sino de equilibrar ambos enfoques para asegurar un aprendizaje óptimo por parte de los estudiantes.
A continuación te dejamos con algunas estrategias para maximizar el aprendizaje memorístico, que te permitirán hacer de éste algo más motivador y cuyo recuerdo sea a más largo plazo.
- Asociaciones y conexiones: Relacionar la información nueva con conocimientos previos ayuda a recordarla mejor. Un ejemplo es conectar un nuevo concepto de historia con un evento actual para facilitar su comprensión, o relacionar teoremas matemáticos con problemas cotidianos.
De esa forma, los estudiantes conectarán la nueva información con conceptos que ya conocen, y la podrán recordar mejor a largo plazo.
- Técnicas mnemotécnicas: Rimas, acrósticos, imágenes visuales o mapas mentales pueden facilitar la retención de datos. Así pues, puedes ayudar a los estudiantes a crear sus propios recursos visuales o auditivos que les permitan recordar mejor los contenidos de clase. Las generaciones más jóvenes recordarán la serie “Hannah Montana” y cómo la protagonista recordaba los huesos del cuerpo gracias a una canción que creó ella misma.
Pérez (2022), en su artículo El uso de canciones en la enseñanza de la historia. Una propuesta alternativa al aprendizaje memorístico, propone el análisis de canciones para la enseñanza de contenidos históricos, siendo esto un enfoque novedoso y motivador.
Cualquier material didáctico que uses en clase para facilitar la comprensión de los contenidos impartidos puedes añadirlo al apartado de recursos de Additio App, que podrás enviar a tu alumnado para que tengan acceso a él en cualquier momento.
- Repaso espaciado: Distribuir la práctica a lo largo del tiempo mejora la consolidación de la memoria. Por lo tanto, no olvides en tu planificación de clase realizar pequeños repasos de contenidos de otras clases, para que el aprendizaje sea a más largo plazo. Ayúdate del planificador de clases de Additio App para no olvidar ninguno de estos repasos. Además, con el sistema de anotaciones de clase, podrás anotar en pocos segundos cuáles son los conceptos que tienes que repasar más con tu alumnado.
- Evaluaciones formativas y gamificación: Convertir la memorización en un reto divertido mediante juegos, cuestionarios o competiciones mejora la motivación y refuerza la memoria. Un ejemplo puede ser el uso de quizzes o concursos en clase para repasar contenido de manera dinámica y atractiva. Además, como docente te permite obtener información en tiempo real del progreso del alumnado, detectando puntos fuertes y áreas de mejora. Esto te ayudará a adaptar tus clases según cómo esté yendo el alumnado.
Todavía no está obsoleto, pero hay que complementarlo
El aprendizaje memorístico no ha quedado obsoleto, pero debe utilizarse con inteligencia. Combinado con estrategias que fomenten la comprensión y la aplicación práctica, sigue siendo una herramienta valiosa para el aprendizaje.
Y tú, ¿cuánto recurres a la memoria en tu día a día en el aula? Te leemos en redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
Recuerda que, con Additio App, puedes realizar una evaluación competencial, que ponga al alumnado en el centro del aprendizaje, manteniéndolo informado acerca de su evolución y ayudándole a detectar áreas de mejora y puntos fuertes.
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¡Hasta pronto!