Seguramente te suena el concepto del visual thinking, sea o no aplicado al ámbito educativo. Y es que se trata de una de las metodologías más conocidas, por su versatilidad y su capacidad para potenciar la comprensión de conceptos.
En el post de esta semana, veremos en qué consiste la metodología del visual thinking, cómo se aplica en el ámbito educativo, y cómo podemos aplicarla en el aula para ayudarnos en nuestra docencia.
Si te interesa el tema de las metodologías educativas, puedes echar un vistazo a otros posts que hemos hecho sobre esta temática: nuevas tendencias en metodologías emergentes, metodologías educativas para primaria, aprendizaje basado en en el pensamiento (TBL), y un largo etcétera. Y es que una vez empiezas en el mundillo de las metodologías educativas, ¡es un no parar!
¿Qué es el visual thinking?
Cuando hablamos de la metodología del visual thinking, estamos hablando de una metodología cuya base está en usar herramientas visuales para expresar ideas, organizar información y comunicar conceptos de forma clara y comprensible. La introducción de elementos visuales (como pueden ser gráficos, infografías, mapas mentales, dibujos, etc.) facilita la comprensión y mejora la comunicación.
Aplicado al ámbito educativo, esta metodología ayuda a mejorar el proceso de enseñanza de los docentes, así como el proceso de aprendizaje del alumnado, ofreciendo varias ventajas que exploraremos a continuación.
Ventajas de aplicar el visual thinking en el aula
Si algo bueno tiene el visual thinking, es que tiene una gran capacidad para adaptarse a cualquier etapa educativa y a cualquier asignatura que impartas, ya sea en infantil, primaria, secundaria… Se trata de reconocer de qué maneras puedes trabajar esta metodología para que tenga resultados eficaces en tu asignatura. Pero no te abrumes, porque en este post vas a descubrir cómo hacerlo.
Además, el visual thinking aplicado en el ámbito educativo tiene otras ventajas:
- Estimula la creatividad del alumnado: gracias al uso de herramientas visuales, el alumnado se siente más libre de expresar sus ideas, y hacerlo de una forma más creativa.
- Facilita la comprensión de conceptos: la representación visual es una buena forma de facilitar la comprensión de ciertos conceptos que de otra forma pueden ser difíciles de entender. Esto ayuda al alumnado a asimilar información de forma más efectiva.
- Mayor motivación: gracias al uso de herramientas visuales, es muy probable que los contenidos se presenten de una forma más atractiva para los estudiantes, aumentando su interés por la asignatura e incrementando la motivación.
- Mayor conocimiento a largo plazo y mayor retención de información: la información presentada visualmente suele tener un carácter más duradero, debido a su memorabilidad. Esto mejora la retención de información, y los estudiantes tienen a recordarla de manera más eficiente.
- Mayor colaboración entre los estudiantes: al usar herramientas visuales, se promueve el trabajo colaborativo entre estudiantes, ya que tienen que crear mapas mentales, presentaciones, etc.
Así es cómo puedes aplicar el visual thinking en tu clase
Llegados a este punto, puede que te estés preguntando, ¿qué tan fácil es aplicar esta metodología en el aula? ¿De qué herramientas dispongo para hacerlo de forma eficaz? ¿Cómo funciona exactamente? Todas las respuestas, a continuación.
Si quieres apostar por el visual thinking en clase, puedes utilizar dos tipos de soporte. Por un lado, los soportes físicos, y por otro lado, los soportes digitales. Veámoslo:
- Soportes físicos: se trata de usar materiales físicos, ya sea papel, bolígrafo, cartones, post-its, cartulinas, rotuladores, pizarra… Con todos estos materiales físicos, podemos llevar a la realidad las ideas que queramos representar.
- Soportes digitales: en este caso, se trata de aprovechar las oportunidades que nos brindan las tecnologías e internet, usando aplicaciones o páginas web que nos permitan representar conceptos de forma visual. Hablamos de apps para crear mapas conceptuales, para realizar infografías, para crear presentaciones, crear vídeos, etc.
Algunas ideas para inspirarte…
Y si con el listado anterior aún necesitas ideas concretas para aplicar el visual thinking en clase, no te preocupes, ¡que venimos al rescate! Con los ejemplos siguientes, verás qué sencillo es aplicar esta metodología en tu asignatura. Como ya te hemos contado antes, el visual thinking tiene la capacidad de adaptarse a múltiples asignaturas y etapas educativas.
- Historia: una muy buena forma de aplicar el visual thinking en clase de historia es hacer líneas del tiempo temporales, cosa que visualmente ayudará a representar épocas y periodos históricos, y ayudará a tu alumnado a comprender mejor los conceptos trabajados en clase.
- Lengua y Literatura Española: una idea, de muchas que puede haber, es crear un storyboard general de la obra que estéis leyendo en clase. Al representar la obra con dibujos, el alumnado tomará consciencia de los momentos clave de la obra, y la comprenderán mejor.
- Biología: en clase de Biología, la creación de mapas mentales es una buena forma de ahondar en conceptos que puedan ser de difícil comprensión.
- Educación Física: una forma de aplicar el visual thinking en Educación Física, es enseñar al alumnado qué grupos musculares se involucran en cada tipo de actividad y ejercicio que se realiza.
Sea cual sea la idea que finalmente tengas, te animamos a que traslades esta idea a Additio App, usando los recursos. Y es que con Additio App, puedes vincular fácilmente recursos que tengas en Google Drive o Microsoft OneDrive. De esa forma, los tendrás siempre a mano y los podrás enviar fácilmente al alumnado.
¿Ya usabas esta metodología educativa?
Aunque no le dieras concretamente el nombre de visual thinking, seguro que ya usabas esta metodología educativa de alguna forma u otra. ¡Nos encantaría que nos contaras cómo la usas en tu asignatura! Ya sabes dónde encontrarnos: Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
¡Hasta la vista!