En un mundo dominado por un scroll infinito en TikTok, vídeos que no llegan al minuto, y cientos de stories en Instagram, nuestra capacidad de concentración se ha reducido drásticamente. Numerosos estudios de la literatura científica coinciden en que los adolescentes son de los más afectados. Por ello, en este post abordaremos estrategias para abordar la baja concentración del alumnado en la era digital.
Y es que, si trabajas enseñando a jóvenes o adolescentes, seguramente habrás notado que les cuesta más concentrarse, y que tienden a distraerse más fácilmente. No eres tú, es su menor capacidad de concentración, y te contamos todo lo que necesitas saber para afrontarlo con éxito.
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Menor capacidad de concentración del alumnado: factores que la explican
A lo largo de los últimos años, seguro que has notado que la capacidad de concentración del alumnado se ha reducido drásticamente. Antes de ver estrategias para mantener la concentración de los estudiantes, veamos algunas de las causas y factores que explican esta disminución de la concentración:
- Pronta digitalización y sobreestimulación digital: En el estudio Impacto del tiempo de pantalla en la salud de niños y adolescentes (2020), se hace énfasis en el pronto uso de la tecnología que hacen los niños y adolescentes, a menudo empezando entre los 12 y 24 meses de edad. Esto, sumado a la gran cantidad de horas que pasan frente a la pantalla sin supervisión, hace que estén mucho tiempo consumiendo contenido fragmentado y sobrestimulante. Por ejemplo: historias de Instagram que duran apenas un par de segundos, vídeos de TikTok que no llegan al minuto, fotos que se pueden pasar en un segundo, etc. Este tipo de contenido breve y fragmentado provoca que haya menos control cognitivo y problemas a la hora de mantener la concentración (ver estudio).
- Falta de sueño: En el mismo estudio sobre el tiempo de pantalla, se hace hincapié en cómo el uso de pantallas en el dormitorio incide negativamente en el sueño, afectando hasta un 30% de niños y adolescentes. La falta de sueño provoca un mayor cansancio durante el día, que a su vez provoca una menor capacidad de concentración del alumnado.
- Factores neurobiológicos: A veces, no es el entorno lo que provoca una menor capacidad de concentración, sino factores neurobiológicos, como puede ser el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, entre el 4,9% y el 8,8% de los niños y adolescentes españoles sufren TDAH.
- Factores emocionales y psicológicos: La ansiedad, el estrés y la presión académica pueden provocar el déficit de atención del alumnado. Es importante contar con las herramientas para detectarlo y hacerle frente de forma temprana.
- Falta de autorregulación: Si no se le enseña autocontrol y autorregulación, el alumnado lo tiene difícil para mantener la atención. Además, es habitual que hagan multitasking (multitarea), lo que divide su atención y hace que no puedan poner su atención plena en una sola actividad.
Hay más factores, pero en este artículo nos centramos en los anteriores.

¿Cómo afecta una capacidad de concentración reducida al desempeño académico?
Numerosos estudios han confirmado que una capacidad de concentración baja está directamente ligada a un menor aprendizaje y a una menor retención de conocimientos.
Según el estudio Proceso de la atención y su implicación en el proceso de aprendizaje (2016), la atención tiene algunas características clave, sin las cuales no se puede dar un aprendizaje efectivo:
- Debe haber capacidad de seleccionar/concentrarse en los estímulos importantes, ignorando los distractores.
- Debe haber estabilidad, es decir, posibilidad de mantener la atención por largos períodos.
- Debe haber posibilidad de cambiar de un foco de atención a otro, sin perder rendimiento.
- Debe haber una autorregulación que permita que la atención no se agote, sino sostenerla por un tiempo largo.
¿Qué pasa si alguna de estas características falla? Que nuestro alumnado tiene una menor capacidad de concentración, ya que no es capaz de focalizar su atención en clase.
Algunas consecuencias de la falta de atención en el desarrollo académico del alumnado son las siguientes:
- El alumnado no consigue fijar su atención en los contenidos importantes, ya que se distrae fácilmente, y tiene dificultad para comprender contenidos de forma profunda y retenerlos.
- En tareas largas (como la lectura o el razonamiento), es posible que el alumnado abandone antes, que realice las tareas de forma superficial o fragmentada, o que no consiga retener la información derivada de estas tareas. Esto, a su vez, puede implicar que el alumnado cometa más errores
- Aunque el alumnado estudie o realice tareas, si lo hace sin concentrarse en el aprendizaje, el rendimiento será inferior.
- Al darse cuenta de que tarda más tiempo en estudiar o en realizar actividades, es posible que el alumnado se frustre, incluso llegando a pensamientos como “no sirvo para esto” o incidiendo de manera negativa en su motivación.

Estrategias docentes para mantener la concentración del alumnado en la era digital
Después de leer todo lo anterior, puede que veas difícil que tu alumnado retenga el aprendizaje en la actualidad. Pero no tiene por qué ser así, y hay numerosas estrategias que como docente puedes aplicar para asegurar que mantienen la concentración en tus clases. Ahí van algunas ideas:
Fragmentación de tareas
Que la rapidez de las redes sociales ha provocado en tu alumnado períodos de atención cortos ya lo sabes. ¿Pero qué puedes hacer como docente para que no se reduzca el aprendizaje? Una idea es fragmentar las tareas y actividades en pequeñas metas alcanzables. Esto significa dividir actividades largas en diferentes pasos, permitiendo que tu alumnado trabaje en pequeñas actividades.
Por ejemplo, con Additio App puedes organizar tus sesiones de clase, y en cada sesión indicar qué actividades o qué tareas vas a realizar en clase. De esa forma, si por ejemplo en una clase hay un quiz inicial, una explicación, un pequeño trabajo en grupos y un quiz final, el alumnado lo tendrá más fácil para mantener la concentración.
Microlearning
El microlearning es una metodología que está pensada para atender a tiempos de concentración cortos, y para aprovechar mejor la atención limitada del alumnado. Se trata de ofrecer cápsulas de aprendizaje breves y focalizadas en un tema muy específico.
Esta metodología permite que el alumnado se centre en una idea a la vez, aprovechando sus picos de atención (de unos 15 minutos), y favoreciendo la retención de conocimientos.
¿Cómo se lleva esto a la práctica? En lugar de ofrecer una explicación muy larga de 40 minutos, se hacen explicaciones más breves y focalizadas, de por ejemplo 5 minutos. Tras cada explicación, se puede proponer al alumnado hacer un ejercicio para ponerlo en práctica, y cerrar con vídeos, audios o lecturas que permitan cerrar un concepto. Y así seguir con el resto de los temas a tratar en la clase.
Si necesitas ayuda creando rúbricas específicas para cada micro actividad, o creando quizzes para evaluar el conocimiento de tu alumnado, Additio App tiene funcionalidades para hacerlo de forma rápida y amena.

Participación frecuente del alumnado
Otra forma de mantener la concentración del alumnado es introducir fórmulas participativas a lo largo de las clases. Es decir, a la hora de dar una explicación en clase, puedes fomentar la participación del alumnado, de forma que la comunicación no sea unidireccional.
Algunos ejemplos que puedes introducir de Additio App son la funcionalidad de alumno aleatorio, los quizzes interactivos y las rúbricas de autoevaluación y de coevaluación.
Aprendizaje basado en retos (ABR)
Moviéndonos al terreno de las metodologías activas, el Aprendizaje basado en retos (ABR) es una muy buena forma de afrontar la baja capacidad de concentración del alumnado.
Con el ABR, planteas un reto a tu alumnado, de forma que tienen un objetivo por cumplir, implicándoles emocionalmente. Esto se aleja de la explicación tradicional de clase, ya que los estudiantes descubren por ellos mismos los conceptos y los aplican a la práctica.
Si te animas a introducir el ABR en clase, crea unidades didácticas donde indiques claramente en qué consistirá el reto, las partes que tendrá, cómo deberá trabajar el alumnado, etc.
Visual Thinking
Una última forma que te damos de mantener la atención del alumnado es aplicar el Visual Thinking. Se trata de usar herramientas visuales para expresar ideas, organizar información y comunicar conceptos de forma clara y comprensible. Esta metodología ayuda a mejorar el proceso de enseñanza de los docentes, así como el proceso de aprendizaje del alumnado.
Puedes aplicar el visual thinking tanto con soportes físicos (post-its, cartulinas, pizarra…) como con soportes digitales (mapas conceptuales, por ejemplo). Con Additio App, puedes usar el apartado de recursos para tener tus materiales y recursos siempre a mano. Además, los podrás enviar fácilmente al alumnado, para que puedan repasar los conceptos cuando lo necesiten.

¿Has notado una menor capacidad de concentración del alumnado?
Nos gustaría conocer tu experiencia, y cómo lo estás afrontando. Te esperamos en nuestras redes sociales para que nos cuentes: Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
Recuerda que, con Additio App, puedes realizar una evaluación competencial, que ponga al alumnado en el centro del aprendizaje, manteniéndolo informado acerca de su evolución y ayudándole a detectar áreas de mejora y puntos fuertes.
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